El año pasado, Amazon batió un récord de ventas entre el Black Friday -el día después de Acción de Gracias- y el Cyber Monday. Según datos de Numerator, la empresa se hizo con el 17,7% de los dólares del Black Friday, más que cualquier otro minorista.
El Viernes Negro -el 25 de noviembre de este año- es también el inicio de la temporada alta, el período que comienza la semana de Acción de Gracias, cuando los transportistas como UPS, USPS, DHL, FedEx y Amazon se esfuerzan por satisfacer los pedidos de las fiestas. Es el momento en que muchos trabajadores de almacenes y de reparto de paquetes tienen que decir a sus familias «hasta el año que viene».
Ahora precisamente la intensa carga de trabajo de la temporada alta, combinada con la escasez de trabajadores, crea una oportunidad especial para que los trabajadores presionen a su empleador.
Según sus últimas declaraciones, los portavoces de Amazon insistien en que la huelga sólo afecta al 10% de la plantilla, ya que tenían en cuenta a los empleados temporales. No obstante, Amazon aceptó negociar con los sindicatos el lunes siguiente. Luego, la dirección canceló las negociaciones y trató de reprogramar unilateralmente la reunión para el siguiente mes de enero. Los sindicatos advirtieron que habría más acciones si no había discusiones sustanciales cara a cara antes del 6 de diciembre. En una victoria para los sindicatos, el 5 de diciembre, la dirección aceptó reunirse y posteriormente aceptó mejoras en las condiciones de trabajo.
Desde 2017, las acciones internacionales coordinadas dirigidas a Amazon han aumentado. En 2019, UNI Global Union y Progressive International lanzaron Make Amazon Pay, una coalición que une a más de 70 sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, ambientalistas y organismos de control fiscal. Las demandas unificadoras de la coalición son que Amazon pague a sus trabajadores de manera justa y respete su derecho a afiliarse a sindicatos, pague su parte justa de impuestos y se comprometa a una verdadera sostenibilidad ambiental.
El pasado mes de noviembre se llevaron a cabo acciones en 25 países de todo el mundo. Sin embargo, la participación en el pasado de los sindicatos y organizaciones estadounidenses ha sido modesta en el mejor de los casos.
