El gasto por emergencia que pagan actualmente los estadounidenses es de $1400.00 USD, muy superior respecto a los $400.00 USD empleados con ese fin anteriormente.
Con este aumento se han visto afectados cerca del 50% de los norteamericanos que en los tres meses anteriores tuvieron pagos de esta índole.
La emergencia para estos casos significa abonar de $100.00 USD en adelante por situaciones impensadas de salud, impuestos y reparaciones impostergables en vivienda o transporte.
La Reserva Federal, en el pasado mes de mayo, presentó el balance del 2021 sobre el bienestar económico de las familias. Este documento arroja que del 2013 hasta el presente los hogares comunicaron la posibilidad de asumir la cuantía de $400.00 USD por imprevistos.
La razón del incremento se debe al nivel alcanzado por la inflación en este período. Escenario que dificulta a las personas en sus maniobras de ahorros y desembolsos.
El dinero que se guarda disminuye, mientras crece el riesgo de abonar una o varias emergencias y perjudica económicamente a los ciudadanos.
Enfrentar lo imprevisto
Los datos del comportamiento entre los grupos de edades difieren en cuanto al poder adquisitivo. Los usuarios con edad media poseen salarios mayores y cuentan con muchos bienes materiales por lo que son proclives a enfrentar más importes sorpresivos.
Los arreglos de autos constituyen el abono inesperado con una frecuencia superior, que equivale al 30%, y se acerca a los $1008.00 USD.
El segundo inconveniente probable son los servicios médicos, para un 21%, y se sufragan $1361.00 USD. La casa viene siendo la menos propensa a lidiar con una urgencia, para el 19%, pero tiene el costo más alto, de $2042.00 USD.
Las formas de pago también fluctúan. El efectivo y las cuentas de banco es el modo que se utiliza la mayoría de las veces, para el 52%.
Otros consumidores usan créditos, siendo el 37%, los que aplican con tarjetas magnéticas representan el 23% y el 18% contraen deudas.